Oxigenoterapia Hiperbárica

Las altas concentraciones de oxígeno en sangre se han asociado con los siguientes beneficios:

• Disminución del dolor: Tiene efecto analgésico en patologías con componentes nociceptivos y neuropáticos, mediante la reparación en el tejido, recuperación de la funcionalidad y disminución de la inflamación.

• Estimula la vascularización de los tejidos: Induce la angiogénesis, es decir estimula y favorece la formación de pequeños vasos sanguíneos, por lo que mejora la perfusión saguínea.
  
  
• Aumenta la proliferación de los fibroblastos y la síntesis de colágeno: Proceso fundamental en la cicatrización de heridas y la reparación de tejidos.
  
  
• Acción bactericida: Se forman especies reactivas de oxígeno que actúan en sinergia con los antibióticos.
  
  
• Regulación del estrés oxidativo y la respuesta inflamatoria: Actúa sobre reguladores y mediadores de la respuesta inflamatoria y disminuye el estrés oxidativo, suponiendo un efecto antiinflamatorio y disminución del daño celular.
  
  
• Protege y repara el sistema nervioso: Tanto a nivel periférico donde favorece su plasticidad, como a nivel central aumentando el flujo sanguíneo, disminuyendo el edema y la inflamación del cerebro.
  
  
• Reparación del tejido óseo: Estimula la diferenciación de las células formadoras del hueso, mejora la osteogénesis y reparación ósea.
  
  
• Reduce el daño por isquemia-reperfusión: Incrementa la microcirculación tisular, reduce la producción de especies reactivas de oxígeno y aumenta su degradación a través de la estimulación en la expresión de las enzimas antioxidantes.